SEMILLAS DE ESPERANZA – GRANJA TERAPÉUTICA EN PERÚ
| Cuando encontré el programa de formación en horticultura terapéutica que ofrece el Instituto de Horticultura Terapéutica y Social (IHTS -@ihts_pe ) en Perú, fue una respuesta a nuestra larga búsqueda: “¿cómo | Una parte de los ingresos de nuestro recreo, restaurante, hospedaje y recorridos educativos está destinada a financiar los proyectos sociales de la asociación. |
Por Tamara Amsing
Tamara Amsing, entrenada por el Instituto de Horticutura Terapéutica y Social, de Perú (IHTS) implementó un programa de terapia hortícola que complementa el soporte psicoterapéutico que se ofrece a niños, niñas y adolescentes sobrevivientes de trauma.
Daniela Silva-Rodriguez, directora del IHTS.
hacer para que nuestra granja ayude en la recuperación psicosocial a niñas, niños y adolescentes en riesgo, sobrevivientes de trauma?” La Granja Ecológica Lindero (@granjalindero), es un negocio con fines sociales, pertenece a una asociación que trabaja en la prevención y atención de personas cuyos derechos son vulnerados.

Cuando los niños, niñas y adolescentes vienen a visitar nuestra granja, podemos observar cómo la interacción con la naturaleza, en un lugar seguro y recreativo les hace olvidar sus traumas por un tiempo y les da un respiro en sus vidas quebrantadas. Cuando culminé la formación en horticultura terapéutica, empecé a ofrecer el programa de terapia hortícola a la asociación. Transformamos nuestro huerto agroecológico en un huerto terapéutico, dividiendo el espacio entre un jardín sensorial, huerto de hortalizas, zona de trabajo, vivero y espacio de relajación. Desde el 2023, he tenido el privilegio de trabajar con las psicólogas que atienden a las niñas, niños y adolescentes en situación de vulnerabilidad; mediante el intercambio de nuestros conocimientos venimos diseñando e implementando un programa especialmente concebido para apoyarlos en su recuperación psicosocial.

Huerto terapéutico de la Granja Ecológica Lindero
Durante los primeros nueve meses hemos realizado sesiones grupales de 45 minutos donde abordamos los siguientes temas: autoestima, reconocimiento de emociones, autorregulación, toma de decisiones, proyecto de vida, habilidades sociales y mecanismos de protección. También realizamos 2 campamentos terapéuticos de 2 días y una noche en la Granja. Las sesiones se dividen en tres tiempos. Empezamos siempre con aromaterapia, que permite que los participantes enfocarse en el momento presente, practicando la atención plena, relajarse y concentrarse. Luego desarrollamos la actividad planificada para el día, abordando la meta terapéutica de la sesión. Terminamos con un espacio de reflexión e intercambio de experiencias, escribiendo nuestros pensamientos, reflexiones y compromisos en un diario.
RELAJACIÓN Y AUTORREGULACIÓN EN LA NATURALEZA
Con la terapia hortícola buscamos que las niñas, niños y adolescentes gestionen sus emociones mediante estrategias y técnicas de relajación, autorregulación o de horticultura. La aromaterapia y el mantenimiento de plantas resultaron ser las estrategias preferidas de autorregulación entre los participantes. Los participantes recorren el huerto terapéutico, encuentran un aroma de su agrado, realizan una respiración consciente, se conectan con la naturaleza y se relajan. Entrar en movimiento, buscar, tocar, oler y compartir en grupo facilita la creación de un vínculo seguro con el espacio y los demás participantes.
Muchos de los participantes que asisten al programa de terapia hortícola sufren de insomnio, estrés, ansiedad, ataques de pánico o depresión. Para abordar este tema, ofrecemos la actividad de la bolsa popurrí, a través de la cual los participantes eligen flores u hojas con aromas que les evoquen seguridad y calma. Acompañamos la actividad con información científica sobre el impacto de los aromas, como el de la lavanda que ayuda al relajamiento y a conciliar el sueño, o el romero que estimula la concentración, o los cítricos que dan energía y ánimo para seguir adelante. Hacia el final de la actividad, los participantes tienen unos minutos para reflexionar, los motivamos a escribir palabras o frases positivas en su cuaderno, que podrán leer cuando sientas que sus emiociones se desbordan y poder volver a la calma. Esta actividad de aromaterapia es una herramienta de autorregulación para momentos de ansiedad o desmotivación.
El testimonio de una niña de 10 años sobre la actividad fue: “Me alivió la rabia y la tristeza. Antes, cuando me enojaba o me sentía muy triste gritaba y me encerraba en mi cuarto y lloraba mucho, ahora huelo mi bolsita de popurrí y voy a ver mis plantas, me ayuda a calmarme más rápido y me disculpo con mi mamá”.

Aromaterapia con bolsa popurrí
Un día, al observar a una de las adolescentes sacar las hojas secas de una planta de caigua (Cyclantherapedata) con mucha dedicación, me acerqué y me comentó que no quería parar, que la acción repetitiva la relajaba y le permitía olvidar sus preocupaciones, se disipaban sus emociones displacenteras. Buscar una planta en riesgo o vulnerable o enferma en el huerto y ayudarla a recuperarse le permite al participante ponerse en el rol de ayudante o cuidador, y tener esperanza en su propia capacidad de recuperación. “Cuando me siento muy triste o enojada con mis padres salgo a ver mis plantas, les hago su mantenimiento, o busco semillas y las siembro. Eso me ayuda a controlar mi enojo, pienso en qué puedo hacer para solucionar mi problema o preocupación, y vuelvo más tranquila”, comparte una adolescente de 16 años.
RENOVAR RELACIONES INTERPERSONALES
Las personas en situación de vulnerabilidad a menudo sienten mucha desconfianza hacia los demás. Algunas no cuentan con el apoyo profesional que necesitan, mientras que otras son manipuladas emocionalmente, dificultando el proceso de recuperación.

Observando las relaciones en la naturaleza: flores y polinizadores
En la naturaleza descubrimos y aprendemos que existen plantas amigas y compañeras, y otras hostiles. Vemos cómo se comunican a través de una red de hongos, o que algunas plantas apoyan el crecimiento de sus vecinas, mientras que otras comparten sus nutrientes. Aprendemos que en la naturaleza las plantas comunican entre ellas si son atacadas por una plaga para que las demás plantas suban sus defensas; pero también sabemos que algunas plantas aprovechan esa conexión para tomar los nutrientes de las otras plantas, o poner toxinas en el suelo para sabotear a sus vecinas. Esto nos permite hacer un paralelo entre las plantas y los humanos, descubriendo muchas similitudes, nos permite entender que no podemos tratar a todos por igual, tenemos que aprender a reconocer quien es confiable y quien no lo es. El cuidado y la observación del mundo vegetal nos enseña, nos empodera, y nos da las herramientas para poner límites a las personas que quieren sobre pasar esos límites.
“Aprendí que cada uno tiene una historia diferente. Así como hay plantas que crecen en el desierto y tienen su propias necesidades, u otras que crecen en lugares húmedos con necesidades diferentes, no podemos tratarlas por igual, de la misma manera con las personas,” adolescente de 16 años.
HABILIDADES PRE-VOCACIONALES
El programa de terapia hortícola también ofrece habilidades pre-vocacionales de horticultura o manualidades con plantas, que les permite a las adolescentes generar un ingreso. Reconocer su capacidad de generar un ingreso permite a las adolescentes mejorar su autoestima, fomenta la responsabilidad, creatividad y habilidades de gestión de proyectos. Una de las sesiones que realizamos fue la de crear una kokedama (bola de musgo en japonés), un micro ecosistema con componentes interdependientes. Esta actividad permitió a los participantes a reflexionar acerca de la importancia de los grupos de apoyo en nuestra vida e identificar quienes son las personas de soporte a nuestro alrededor para seguir creciendo y avanzando en el proceso de recuperación.
Una de las adolescentes presentó la técnica de la kokedama aprendida en la terapia hortícola en su curso de emprendimiento, ganando el primer puesto. La adolescente comentó sentirse muy feliz, aún más cuando su profesora compró la kokedama. Mencionó, además, que gracias a la terapia hortícola, ahora tiene muchas ideas para desarrollar un emprendimiento con plantas.

Emprendimientos y manualidades con plantas
LECCIONES DE VIDA
La meta principal del programa de terapia hortícola es que las niñas, niños y adolescentes identifiquen la interacción con las plantas como una herramienta sostenible de reflexión, autocuidado y de desarrollo socioemocional que pueden incorporar a su vida cotidiana y usarla de por vida.
Desde la primera sesión, pudimos percibir la sorpresa entre los participantes al entrar a un huerto terapéutico, “¿cómo se puede hacer terapia con plantas?”, era la pregunta que todos se hicieron. Estar en un entorno natural, rodeado de plantas, facilitó el vínculo y la confianza entre la facilitadora de la terapia hortícola y el participante, ofreciendo un espacio seguro en el cual pueden bajar la guardia, abrir sus sentidos y disfrutar del momento.
“Aprendí lecciones de las plantas, me ayudó a pensar en todo lo que pasé y que podría haber tomado decisiones diferentes. Me ayudó a mejorar como persona y darme el valor, como las plantas”, adolescente de 16 años.
Como facilitadora de terapia hortícola, me gratifica intercambiar emociones, sentimientos, reflexiones, o conocimientos con los participantes, ver su madurez, observar el cambio positivo en sus rostros y comportamientos cuando empezaron a sanar algunas de sus heridas emocionales. Las mejoras en la autoestima, periodos de atención o capacidad a proyectarse hacia el futuro fueron evidentes.
Las personas en situación de vulnerabilidad o sobrevivientes de trauma a menudo pierden la esperanza, pero al trabajar en el jardín, pueden sentir cómo una semilla, que está debajo de la tierra, donde todo es oscuro y parece que se acabó la vida, salen a la luz y se transforman en una planta grande y hermosa. Esta metáfora nos enseña que aunque parezca que una situación no cambia, en silencio, debajo de la tierra, están creciendo las raíces, que se van extendiendo y darán soporte a la planta que busca la luz para extender sus ramas. Aún cuando nos sentimos “debajo de la tierra”, sabemos que solo es una etapa, que requiere de paciencia, y que siempre hay esperanza en el futuro.
En 2024 abrimos nuestro servicio de jardinería terapéutica al público general, con la ilusión de sembrar semillas de esperanza en nuestros clientes. Aprender de las plantas y de los demás facilita el crecimiento y la sanación, a nivel personal y grupal.


